PASEANDO ENTRE NUVES

Estaba sentada en un cielo de colores, las nubes estaban mas cómodas que nunca, convertía el humo de mi pipa en hilo, con el cosía las más dulces palabras de amor sobre la tela de mis sueños, fue entonces cuando me percate , una hermosa mujer caminaba por aquel cielo, era raro ver a alguien por aquellos rumbos; caminaba con una felicidad innegable, lentamente y después de merodear un rato, se acerco a mí , fue cuando descubrí su hermosa mirada, como si la transparencia de su ojos pudiera mostrar su alma; tenía el aspecto de una muñeca, como esas de porcelana que me recuerdan la Inglaterra victoriana, mujer de alma colosal y un corazón inmenso , con cierta inocencia que caracteriza los latidos de su corazón.
Primero me miro con un poco de misterio y recelo, saco de su bolso un cigarro, bolso donde guardaba sus anhelos y su vida un bolso color azul chicle combinaba a la perfección con sus zapatos de tacón alto como esos que algún día vi en un espectacular del palacio de hierro, de su cuello colgaba un collar de bolitas azules que se antojaba morder, parecían esos chicles de maquinas que cuestan como un peso. Prendió su cigarro, u convirtió el humo en un fino hilo de planta, me lo entrego con cuidado y una sensación de confianza me inundo, charlamos un rato, desabrí que aquella curiosa mujer llora de la risa, sus lagrimas se convirtieron llenamente en una cajita, frágil como el corazón de los hombres, me causaba curiosidad su sencillez y su sentido del humor, parresia perdida como si no supiera como bajar, platicamos mucho tiempo, el sol se empezaba a meter, tome mis recuerdos, mis secretos, un pedazo de mi alma y un cachito de mi alma, lo amarre con los hilos de mis pensamientos y lo metí en la caja de lagrimas, se la di para que cuidase de ellas, como si fuera ella un guardián de mi, de lo que soy y así tendría mi eterna compañía, y me pudiera encontrar en su memoria y en su corazón , y cuando quiera charla ron rato en nubes de colores , abriera la cajita y la llevaría hasta mi.
Con la tela de mis suelos la convertí en una reveladilla que la llevo hasta su cama para hundirse en el más hermoso de los sueños y yo desde mi cielo podría cuidar de ella, y en las noches de luna llena y un cielo sin estrellas velar por su sueño.
En mi mundo de nubes siempre habría una nube para ella, echa de mi cariño y el suyo, viéndonos como dos seres completamente espectaculares y distintos, pero unidos por ese cariño que no se puede medir, dándonos una compañía que en días oscuros ilumina el camino, y que en noches en vela me recuerda su risa que me devuelve esa sonrisa que me hace ver como un ser de felpa, cuando me pone alitas en la espalda para poder volar de regreso a mis nueves.

Para mariana con amor, mujer espectacular que me cuida y me quiere con todo y todo que apoya mi devraye y se ríe con migo de la vida y siempre me recuerda lo sencillo y chistoso que es vivir.

Alma