SPICE G E F

Garlic :
Delirio de sabor. Aquel olor penetrante que se mezcla en las pastas, en los caldos, en la vida, en las leyendas, en historias de tierras lejanas y aquellos personajes enigmáticos que rondan las noches de largas gabardinas y afilados colmillos. El ajo a pesar de su penetrante olor, como si no quisiera dejar florecer el amor, evoca aquella mordida que deja escurrir una gota de sangre en mi hombro cuando explotas bajo mi piel, como la sensación en la lengua de aquel peculiar condimento que nos deja imaginar tierras lejanas y mi patria colándose en todos los platos de la cocina y en todas aquellas secciones de la vida que son fuertes, intensas, complicadas; aquellas emociones que vienen en racimo y aquellas con las que hay que tener cuidado, como en la cocina, de no excederse. Especie de engañosa blancura que esconde en ella los misterios de la cocina y de la vida.

Herbes de Provence:
Combinación de especias de delicado sabor, vestigios de las monarquías y que en su contenido encontramos vestigios de Versalles. Delicado sabor, como aquel que se queda en mis labios después de un beso, como el roce del viento en la cara en un caluroso día. Es aquella sutileza que se muestra entre las líneas de un autor, como los mensajes encriptados en letras que te susurran la verdad innegable del alma del autor que se esconde entre verdes matices; como aquel amor oculto entre salsas de tomate y quesos philadelphia o en aquel pescado cocinado con amor y vapores, trayendo los mas deliciosos olores que escapan de la perfecta combinación de especias para inundar el aire con un toque casi inexistente; como pequeños fantasmillas que le dan el toque final a la comida, al amor y a las letras que emanan como espaguetis recién cocinados. Un aroma a romance, a un alma desnuda a través de las palabras y solo se percata aquel que las sabe leer, para quién es aquel mensaje como solo son perceptibles para aquel paladar sensible a su sabor.

Imli :
Dulce sabor que en oriente se guisa y en occidente se convierte en agua. Recuerdos de infancia con sabor a fiesta, a globos, a tus ojos que aun a tan corta edad se clavaban en mi cuidando de mi como un hermano. El tono café de tu piel que se asemeja al de aquella especie me recuerda un abrazo tierno lleno de ese amor que jamás será necesario comunicar pues tan solo existe. Aquellos pactos silenciosos que vienen a través de los años y aquella sonrisa que me roba tu mirada. Mi eterno caballero con el mismo sabor que no se sabe precisamente que sabor lleva, así nosotros sin, precisamente, usar palabras y con solo un juego de miradas agregamos café a la vida con tu protección y mi cariño asegurándonos de colgar como vainas del mismo árbol y así jamás dejarnos solos, como ese característico olor que nos recuerda lo agridulce de la vida.

Alma

pd: para ti que has acompañado mis pasos y mis tropiesos sin desir palara y siempre dandome ese amor incondcional que reflejan tus ojos cafe. gracias primo