29.3.11

Lucía


con todo cariño para las fantasticas mujeres que se esfuerzan para que cada día escriba un poco mejor

Lucía cumpliría 9 años en unos pocos días. Se encontraba leyendo, en el sillón de la esquina de la biblioteca de su padre, a escondidas de su madre y su nana, en compañía de Caro y Nata, dos muñecas de trapo que habían cobrado vida en su imaginación.

- Les leo porque es importante, les prometo que después haremos algo más divertido, como hacerle un bonito cubo de Yoshimoto a mi mamá Pero por ahora seguiremos con nuestra historia.

La pequeña leía a sus muñecas un cuento que hablaba de un hombre que juntaba un ramito de ojos azules.

- No te asustes, Caro – le decía a la muñeca. Ella siempre creyó que Caro disfrutaba peculiarmente de las historias de terror, pero que le daban miedo- Hoy se pueden dormir en mi cama.

El libro descansaba sobre las rodillas de la pequeña. Su padre, un hombre cabal, había dejado a su alcance una serie de cuentos y novelas cortas para niños, y en los estantes de arriba habían quedado la historia de O, los diarios de Anaïs Nin, simulacro y simulación y uno muy gordo de Deleuze.

Natalia escuchaba atenta, ella era una muñeca peculiar: solía salirse un poco de algodón de ella de vez en cuando, por lo que tenía especial cuidado.

Terminó el cuento y se levantó para jugar un rato en el inmenso jardín trasero de la casa. Con los bolsillos del jumper llenos de caramelos, salió a jugar con sus muñecas; primero se sentaron a tomar el té.

Dejó a nata sentada, para que no se fuera a romper, en la sombra del árbol al que trepó. Observó una ciudad inmensa: veía los carros pasar por la calle e imaginaba historias protagonizadas por robots. Fue interrumpida de ese extraño mundo que había creado, por el carro de su padre que se acercaba y bajó de un gran salto del árbol para correr a lavarse las manos, pues sería hora de la cena.

Después cenar y de contarle a su padre el cuento que acababa de leer, llego la hora en que su madre le enseñaba diariamente a bordar, cuestión aburridísima pero que había encontrado como hacerla un poco más entretenida. El día anterior había terminado el bordado del brazo de Nata: era una jirafita; y a Caro le hizo en la espalda un hermoso diseño de una nota fusa.

Ahora les hacia un trajecito, a Caro de vulcano y a Nata un vestidito caótico. A pesar de la poca aprobación de su madre, y siendo la única forma de enseñarle a bordar, había accedido a prestarle su caja de hilos.

La caja fascinaba a Lucía, tenía más colores que ninguna caja de pinturas o colores que le hubieran comprado, había un morado particularmente hermoso. Le gustaba combinarlos todos y jugar con ellos cuando su madre no la veía.

Unos pocos puntos después se fue a dormir. Acomodó a sus muñecas a cada lado de la cama, pues ella estaba convencida que por las noches tenían el extraño hábito de pelar y jugar hasta la madrugada y luego no se levantaban cuando ya era hora de ir a la escuela. Decía que sus muñecas no sabían despertar temprano, así que las metía todavía dormidas en la mochila cuando era hora de ir a la escuela y las despertaba hasta la hora del receso para que jugaran con las muñecas de sus amigas, pero sus amigas tenían muñecas con vestiditos aburridos, por eso a veces decía que las había olvidado y las dejaba en la mochila.

Al despertar, encontró a las muñecas en el suelo, las guardó en su mochila, se puso su uniforme azul, se amarró el cabello, mordió un poco de una manzana y subió al carro de su padre; desde el asiento de atrás podía ver la ciudad.

- ¿Qué quieres de cumpleaños Lucía? - le preguntó su padre, un hombre amante de descubrir cómo es que funcionan las cosas, aun las que están en perfecto estado.

- Quiero… - Lucía se quedó pensando- quiero un robotsito, como los del cuento que me contaste- le contestó.

Su padre le había contado sueños de robot en la biblioteca de la casa. Lucía, sentada en sus piernas, había quedado fascinada por la idea de la ciencia ficción.

Su padre le comentó que no existían esos robots, Lucía contestó entonces, después de un rato de reflexionar, que quería una bicicleta roja. El padre sonrió con satisfacción y le dijo que no sólo le daría la bici sino que la llevaría a pasear en ella por la ciudad.

La mañana del sábado despertó emocionada y vistió de gala a Caro y Nata con los trajecitos que había cosido: Caro de vulcano y Nata caótica. Bajó en pijama a desayunar con sus padres y en el vestíbulo vio una preciosas bicicleta de color rojo con plateado. Salió con su padre a pasear por la ciudad, su padre en una bicicleta plateada y ella en su bici roja y nueva, con Caro y Nata en la canastilla con sus trajecitos nuevos.

- Nata ¿no son fantásticos los edificios art deco del centro? Un día te haré unos mueblecitos así para tu casita- le dijo sonriendo a la muñeca, mientras pasaban por el centro de la ciudad.

Al regresar a la casa su madre le había preparado cordero con menta y al finalizar la comida le entregó una caja

- Llegó esto en el correo, Lucía, es para ti.

Era una caja de cartón que decía frágil por todos lados, el remitente estaba escrito en unos símbolos raros y tenía una estampilla curiosísima. Su padre lo miró y le dijo:

- Lucía, creo que es ruso- lo único que no parecía cajitas era su nombre con una letra de molde casi perfecta.

Lo abrió con mucho cuidado pero con una inmensa curiosidad. Adentro encontró un pequeño robotsitsito y una nota que decía:

“Con mucho cariño para Lucía. Cuídalo mucho, se llama Elvex. Feliz cumpleaños número nueve. Atte. I. A.”

Se quedó sentada y sorprendida: tenía un robot de verdad. Lo observó un momento. Elvex salió de la caja

- Hola, Lucia, feliz cumpleaños – le dijo.

25.11.10

acrostico de Caro

acrostico para mi amor! hecho con amor en clase de osornio que por fin se acabo !

Con tres llaves entre las manos, una hecha de sol la otra hecha de fantasías y la ultima de oro una gran mujer contemplaba las estrellas.
Agarro 7 planetas con solo extender su mano, las coloco alado de la clave de sol, sobre el pasto lleno de las gotitas de agua que caen con el roció.
Rasgo la noche con los hilos negros que quedaron, los tendió sobre el pasto húmedo, con los planetas unos quedaron sobre el pasto y los otros quedaron sobre los jirones de noche.
Oyó como comenzaron a sonar mientras tintineaban, se duplicaban solas, danzando entre pasto y jirones sin aparente orden.
La llave hecha de oro cayó sobre los girones y el pasto, los planetas se alinearon a la perfección, y sonó como suena así sea María
Intuyó que al cambiar la llave las notas cambiarían, la cambio por la que estaba hecha de fantasías, los planetas saltaron entre los 5 jirones de noche y los espacios del pasto y sonó como las puertas de Brandemburgo.
No encontraba la llave hecha de sol, cuando la encontró y la cambio, los planetas se movieron nuevamente y sonaron como suena el claro de la luna.
Al amanecer había combinado tantas llaves y tantos planetas, que el mundo jamás quedaría en silencio, pues había descubierto como crear la música.

24.11.10

Acrostico de Venanana

con amor y toda la inspiracion que trae clase de osornio mi querida Venana


No había nada que relatar, el mundo se había quedado sin letras.
Antes de que todo esperanza muriera una mujer peculiar tomo todas las letras del abecedario y las unió para que no se perdieran.
Tomo los acentos, comas y puntos, los amarro a las letras y las guardo cuidadosamente.
Al terminar, con lápiz y papel en mano comenzó a narrar la historia de cada una de las letras, los recuerdos que le traían las vocales y consonantes, para evitar que se perdieran.
Las letras conforme las escribía desparecían, entonces tomo una aguja e hilo, y comenzó a bordar la historia de todas las palabras, escritas en manuscrita.
Inexplicablemente no se perdieron, las historias quedaron bordadas en una manta inmensa
Así fue como una pequeña mujer rescató las letras, las palabras y las historias que se habían escrito en todo el planeta.

3.11.10

el escape

Derramé la taza de café sobre mis pantalones, el azúcar sobre la mesa; dejé caer mis llaves al abrir la puerta del carro. - No estoy en condiciones para manejar - pensé, pero ya era demasiado tarde para buscar una solución.
Prendí un cigarro, el humo invadió mis pulmones, placebo convertido en cilindros; sentía con cada bocanada un poco de tranquilidad. El iPod parecía entender lo complejo de la situación “Do you bury me when I'm gone? Do you teach me while I'm here? Just as soon as I belong, then it's time I disappear”.
- No te detengas - pensé - no hasta que llegues, no voltees - la luz roja me hiso pisar el freno, el chillido del metal me regresó de pronto a la realidad. El reloj naranja del carro me decía que eran las cuatro de la mañana, el miedo me inundó cuando vi las luces de una camioneta que se acercaba a toda velocidad. Revisé la guantera - tres mil pesos, con esto llego a Chihuahua - me dije.
Por fin el verde, el penetrante olor del caucho quemado lo inundó todo. Tres cuadras antes de tu casa llamé. - No me contestes, no me contestes - tu voz me
partió el corazón, hacía un mes que no sabía nada de ti, así me lo pediste y lo intenté respetar pero ahora no podía darme el lujo de pensar que estarías a salvo.
- Perdón - dije con un hilo de voz. Creo que no fue necesario decir nada más.
-¿en cuánto tiempo estas aquí?
- 3 minutos
Colgaste el teléfono, llegué a tu casa, la reja estaba entreabierta y tú esperando detrás del mismo pilar donde nos escondíamos cuando regresábamos de un día pesado o feliz y nos besábamos por unos minutos antes de que entraras.
Te subiste al asiento del pasajero, la ciudad estaba sola, parecía que nadie sabía lo que estaba por ocurrir.
- ¿Traes tu pasaporte? - tu voz siempre me había calmado y esta vez no era la excepción.
- Espero que podamos llegar a la frontera -
Te bese así como hacía mucho tiempo no lo hacía - perdón por todo esto, amor. No quería que nos viéramos nuevamente bajo estas circunstancias. Esperaba, en definitiva, que regresáramos pero no así.-
No dijiste nada por algunas horas y no te culpo, con cada carro que pasaba el semblante te cambiaba, mis
manos se aferraban al volante como si eso fuera a protegernos. - Hay un revólver bajo el asiento- No dije más.
Cuando llevábamos unas horas de no encontrarnos con ningún otro carro, volteé de reojo y vi como las lágrimas no se detenían - no es tu culpa, siempre estuvimos las dos en esto y esperaba que no tuviera que llegar a tanto pero bien lo sabía. Lo único que me duele es no poder decir adiós.-
Llegaron a El Paso y, unas horas después, llegaron también dos camionetas negras que las habían seguido por la carretera libre. Después de unos días las camionetas regresaron. Ellas desaparecieron en una tierra extraña o en un cielo infinito o. tal vez, en un infierno complejo.

12.9.10

I J en español

* “…iba matando canallas con su cañón de futuro… ”

La vanguardia construida entre humo de cigarros y café cargado, las ideas plasmadas en lienzos desgarrados y pentagramas rotos, piedras que gritan por un cincel que las descubra, tu amor al explicarme que es el arte lo que nos defiende, son las cuerdas de tu guitarra rasgadas con pasión. Los conflictos de los artistas, su vida llena de misterios y locura, son ellos los que pueden enseñarnos, de quererlo ver, el sentido más puro y complejo de las realidades del mundo. Es la voz de los poetas la que nos trae consuelo, son las letras y pinturas las que nos dejan ver y descubrir otros mundos que viven dentro de la roca y del nuestro. Son ellos los que matan canallas con explosiones de pintura, letras y piedras.

**"Junté lo más hermoso que he vivido contigo..."

para meterlo en un cofre, para enterrarlo en la arena, para que en algún momento se lo lleve la marea, para que fuera de mí se vuelva enorme y nos cubra, para dejarnos libres de todo lo que soy, para regalarte eso en lo que nos hemos convertido, para que corra el tiempo y vuelva lo pasado, para servirte un trago cuando lo necesites, para hacerme unas píldoras cuando no pueda dormir... Todo con los ayeres, todo y siempre es hoy.


* La Cancion del elejido - Silvio Rodriguez

** El tiempo que duró nuestro amor - Cristian Castro


1.9.10

estudio de una explocion

Estudio de una explosión 1
Entre humo y alcohol la vida pasa, la explosión de una oscuridad que todo inunda, es la vida de miseria y conflicto emocional, de entender los misterios que no se desean conocer. Sin peguntarte dotarte de una sensibilidad hambrienta de sangre y espuma, consume tu vida casi tan rápido como se consumen las pinturas acrílicas al lado de esa calavera cenicero. Un trapo tieso en la pared, un espacio para ser, simplemente ser; el verdadero dolor transformado por manos capases desde el momento que fueron creadas de destrozar muñecas para crear con ellas un mundo oscuro. Aceptarte violento vulnerable sumergido en un vaso con hielos y whisky, para depuse encontrarte, en aquel oscuro vacio de juguetes y lleno de piezas.

Estudio de una explosión 2
La silla gira y gira, hasta que golpea con el piano, ¿Por qué me dejas hacerlo?, pregunto siempre, pero no hay repuesta mono, eso es una sinrazón cristalizada en miradas confusas, en espacios de silencio, donde las tragedias se reproducen en miniaturas, condenadas a un eterno sufrimiento, a explotar una y otra vez, a colapsar, chocar y destruirse con una continuidad espelúznate, casi se puede sentir la continuidad de un tiempo espacio, irreal, donde pinceles, pinturas y la pipa del cajón conviven, espacio en si designado a la creación, la música de los altavoces explicas una y otra ves como las piezas que se recrean un y otra vez, son músicos reales… ideas inconexas nuevamente la guitarra cae al suelo y de nuevo domina el silencio.

Estudio de una explosión 3
Me recargo en ti, cuando estas presente y cuando estas ausente, siempre mono, me dices, entre palabras que solo se entienden cuando las oyes los suficiente, yo sé que no nos entendemos, que nos perdemos en océanos diferentes, que lo intentamos y algunas vez lo logramos, paciente aquel que leyó mis cartas por tantos años, que convirtió mes tragedias en palabras de alguien más, retuerces mi mete la llevas a los extremos, me haces explotar como un tanquecito, para construir con mis cachos un cuerno de chivo que descansa sobre el piano. Pocas palabras, llenan demasiado lo espacios, manos dotadas de arte, de creación y destrucción, pero que estas crean y destruyen enceradas entre el amor y el coraje por tener lo que no se pide, por dar lo que no se tiene, por hablar cuando no se puede, agotamiento mental y físico que se resuelve con truquitos. Las tuyas son manos que poseen la magia de la creación.

24.8.10

G H EN ESPAÑOL


* ”… gitana mía, por lo menos date cuenta…”


… de que necesito una poción para que nuestro amor dure toda la vida, otra para olvidar las penas del alma y otra que me regrese lo que he perdido; un gramo de cordura, medio kilo de orden y que dibujes mi futuro con amor y ternura. Necesito tanto de ti: que me enseñes los misterios de la magia y el tiempo, necesito tres centímetros cúbicos de sabiduría, cuatro rebanadas de esperanza, dos nudos de imaginación, una pizca de adrenalina, algo que me sostenga y un amuleto para la buena suerte. Y si puedes darme la fuerza necesaria para seguir y un poco de paz, prometo no pedir mucho más. Sólo quiero poder regresar al país que construí con los planos del de las maravillas y la decoración del de nunca jamás, allí donde los sueños viven al lado de aquellos a los que amo.



**"Hoy necesito estar sentado desde aquí..."

... contemplando la vida de lado, al revés, sin mucho afán para tomar cada telaraña que llegue a mis manos y extenderla, deshojarla, devolverla y pretender que la vida es eterna y deja de ser vida; siguiendo con la mirada mis suspiros hasta que se apaguen o se incendien en el firmamento, viendo mis palabras pintar los pasos que ya dí para dejarte saber dónde he estado y para dónde voy. Siéntate conmigo, es sólo por hoy, es sólo un respiro.








* "mala vida " - mano negra



**"Monitor" - Volován