Efecto Dominó De Un Corazón Roto

Idea original: Srita. Garbo Desarrollada por: Caro

I. Con la fragilidad de una hoja caída de otoño entre los dedos de cualquiera, así lo sentí quebrarse dentro de mi pecho. No sé cuantos trozos hay, no sé de que tamaño son, sólo sé lo mucho que duele cuando es irremediable. No sé si vive en mi una permanente sensación de vacío como de caída libre, o una sensación libre como de caída al vacío.

II. Estoy segura de que no estoy cayendo, es solo la sensación, pues mi pies se clavan al piso. Me parece familiar este peso, creo que se llama incertidumbre. De aquí no me es posible moverme, no importa que tan incómodo sea el lugar, no puedo con todo eso que ahora me ancla al aquí y al ahora. Un aquí y un ahora que nunca quise vivir.

III. Contra lo que uno vive sin querer vivirlo, a veces no puede hacerse nada. Entiendo, es la impotencia que me ata las manos. Si no me puedo mover, no importa lo que alcance y pueda tomar, resulta inútil todo intento por cambiar la situación. Parece como si el nudo creciera, o no sé si yo me encojo.

IV. Por mucho tiempo vivieron en mi estómago mariposas, que repentino fue su abandono. En su lugar dejaron... no, no dejaron nada. El vacío es el problema, siento como si ese vacío pudiera llevarse todo mi ser en un momento. Un vacío que a veces me carcome hasta el corazón demolido, como si lo levantara en un remolino y lo dejara caer de nuevo. No es un vacío de hambre, el alimento se vuelve innecesario y hasta molesto.

V. ¿Qué decir de mi boca? Se ha marchitado, perdió su color y se encuentra muerta sobre mi rostro. No sabe pronunciar palabra que no trace un camino hacia ti, no puede cantar sin llevarte en la melodía, ni siquiere puede maldecir sin revivir el momento en que te perdió. Ha perdido una parte de si misma en ti y no la pide de regreso.

VI. De pronto nada es tan bueno, nada es tan malo, todos parecen tener la misma cara para mi. No encuentro sorpresas en la vida y no concibo belleza sin ti. Me rodean personas que ya no sé si conozco, todos sus rostros se han borrado de mi mente y mis ojos solo brillan al encontrarte en su camino. Casi no te veo, casi no te escucho, leerte me mantiene en pie.

VII. Si me llaman o me ordenan que me aleje, no sé. Dejé de encontrar sentido en las palabras de todos, incluyéndome a mi. Si hablo o si no, no me doy cuenta, puede ser que lo haya pensado nada más, puede ser que lo haya pronunciado, puede ser que me hayan escuchado, puede ser que hable solo conmigo. La música viene a poner el dedo en la herida, y la dejo entrar, es de las pocas cosas que me quedan. No importa el daño.

El orden en el que sucedieron las cosas no lo tengo claro, sólo sé que todo empezó con un corazón roto. Sólo sé que todo acaba conmigo aquí, igual que al principio. Sólo encuentro palabras fugaces que dan escape a todo lo que llevo dentro, efímeras expresiones de la perpetua decadencia de mi ser que me aligeran la carga y me dejan respirar otra vez, aunque solo sea tu aroma...