SPICE V W X

Vanilla:
Ternura disfrazada de blanca flor, de olor dulce que penetra los espacios y parece que quedase impregnado cierto romanticismo musical en el aire, como cuando tomas mi mano después de un día difícil y me calmas, como tu mirada o esos abrazos que llenan mi alma y me llenan de ternura o tus miradas que alimentan mi alma con un toque de travesura y amor; así como en los pasteles adereza de chistosa manera la harina, o en galletitas, de esas que te regalo para que me quieras; es ese delicado sabor, como tu corazón, que endulza el pan como tú lo haces con mi vida, como lo hacen los cuates en días azules; pequeña plantita que me recuerda al romance de aquellos enamorados como en las películas de los ‘30s, con aquellas imágenes en blanco y negro que describen tormentosos romances. Así como la pequeña florecilla que engaña pues, con unas gotitas, endulza los más deliciosos postres, pues de ella solo se necesita un poco y no más; engañándonos con su delicadeza y sorprendiéndonos con su esencia.

Wasabi:
Especie que quema, así como tus besos que queman mi piel, de fuerte sabor y un verde que penetra. Especie de lejanas tierras, que llega a nosotros, que tiene dejos de psicosis oriental, y me recuerda a esas ocasiones en las que las platicas se vuelven una expresión del dada. Especie que intriga y que me hace cosquillas; especie fuerte como aquellas marquitas que dejas cuando la vida corre a puertas cerradas. Especie de verdes matices que me intrigan como aquellas preguntas que rondan mi cabeza y que te pregunto a veces con la seguridad de no tener respuesta y, a cambio, obtener un beso lleno de fuertes contenidos; como su fuerte sabor, especie de esas que aun no entendemos su uso, ni su sabor, como a veces tampoco entendemos la vida, especie que me recuerda los misterios de la vida. Es ese verde de dudas, de intrigas y de signos, lleno de esa fuerza incontenible del oriente.

Xoconostle:
Especie de los campos de mi tierra, fruta que pierde su identidad para convertirse en especie; de agridulce sabor como aquellos momentos en los que no estoy cerca de tus brazos, pero que me sorprendo al saber que mi amor por ti viaja a través de las distancias, y que, como ella, da un saborcito especial y chistoso a los moles; especie que me recuerda a mi madre, en las noches que me hace piojito después de aquellos días que me agotan. Especie que cambia, como aquella dinámica de la vida que no nos deja caer en la cotidianeidad , sorprendiéndome con los sabores de tus besos al rosar mis labios; y darme cuenta de los sabores de mi patria que al mismo tiempo que son agrios, se convierte en los mas deliciosos manjares. Especie de mi patria de mi gente, de mi amor, de ti y de mí, de sueños por realizar en este suelo que me trae la dicha, que convierte mi tristeza en alegría al tenerte a mi lado. Especie caótica y sencilla, agria y rosa. Especie que intriga y emana los colores de la patria y los colores del amor.

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