SPICE M N O

Mint:
Debraye personificado por un lémur con una psicótica manera de manejar, de ojos grandes que en ellos destella su alma, de labios tentadores y confusa manera de pensar; verde en toda su expresión como aquellas hojas que destilan olores y fuertes sabores a algo indescriptiblemente extraño, confuso y por lo mas agradable. Confusión de menta que se termina con un beso de tus labios con sabor al verde que me recuerda tu amor, a esa fuerza impresionante que conlleva un beso de tus labios que me otorgan la paz y el amor que me inundan hasta hacerme explotar en delirios con sabor a goma de mascar, con sabor a pasta de dientes y llenos de tu amor y de todo lo que somos. Amigos y tu en un resumen tóxico de locura contenida en verdes hojas que terminan por nublar el juicio y de penetrante sabor que permanece en ti durante todo el día. Peligroso, envolvente, que en ti permanecerá con solo una mordida como yo quedé atrapada en ti con un solo beso, Perfecta combinación de ron y hielo mezclada en delirios etílicos y cuentos neo-dadas. Especia del amor y del peligro, de ti, de mi, del lémur y del neo-dada.

Nutmeg:
Pequeña baya de efectos psicotrópicos, fuerte al gusto y con dejos de Carreño que exige moderación y propiedad. Especia que limita, como tu lo haces con el azúcar, el café y mis intentos por editar. Especia de pastas, postres y ensaladas que, en una cucharada, encuentra un viaje y adormece los sentidos, como tu cuando secas mis lágrimas y adormeces mi corazón para que deje de sentir dolor. Especia de sueños y de tierra, de excesos y recato, dualidad hecha planta y que en la cocina como en el amor ayuda a darle ese toque de excentricidad que bien refleja lo que somos. Fuerte sabor como el de tus labios. Especia compleja, inteligible y de precaución, en la cual la dualidad de esta vida no podría estar mejor resumida.

Oregano:
Sabor a pozole, la colonia y ese mestizaje que caracteriza mi cocina. Sabor a todo en hojas verdes y secas, a molienda y a penetrantes olores que llenan mi imaginación y me recuerdan a ti, a tus ojos oscuros posados en la inmensidad de la noche, a las fiestas patrias, el folklore de mi país y la alegría que supone el pasarlo a tu lado; a una cerveza bien fría que acompaña a los platos barrocos que en un sin igual sabor me transporta a mi patria, que en estos momentos se transporta a cualquier lugar donde tu te encuentres; a esa promesa de amor que los amantes susurran al amparo de la luna y al amparo de la tierra, a sueños prohibidos y un sin igual verde de fiestas; verde que crece, verde que da, verde que encierra un sabor sin igual que adereza, muta y cambia los platos, que carece en toda formalidad de conciencia y mesura. Ese verde de excesos, de poder, de pequeñas hojas de las que escapa un poderoso sabor para quedarse en los platos y en la vida, como ese pedacito de ti que por siempre se quedará en mi.

alma