mi musa post moderna

Me desperté con miles de preguntas en la cabeza, todas se iban yendo en cuanto les daba un explicación más o menos decente mientras me bañaba, el agua caliente, despejaba mis dudas y me sumergía en sueños líquidos y en tonalidades magentas.
Pero una quedo en mi, le daba vueltas y vueltas a mi cabeza, casi a punto de estallar, la inspiración entera y compleja como lo es. Se posaba en mis pensamientos jugándome una broma pesada, intentando comprender lo incomprensible.
Salí de bañarme y la sensación de la toalla seca se impregno en cada centímetro de mí como si en cada una de las fibras que absorbían el agua que escurría por mi piel se fueran secando mis preguntas. Seguí mi día con tremenda naturalidad.
Un artista requiere de talentos dedicación y ese místico toque de la inspiración, en Dalí esta inspiración fue representada y cobro cuerpo en Gala. Ella modelo de sus madonas que a su vez fungía como inspiración ante el caos desatado en aquellos tiempos.
Pero mi inspiración no provenía de gala, por más que me hubiera encantado tener una respuesta tan simple como que mi inspiración provenía de una mujer de cabellos rojizos. No era real, sentí un poco de envidia mientras estos pensamientos rodeaban mi cabeza, el tenia una fuente de inspiración y yo? En donde recaía todo lo que con pluma y lápiz salía de mi mente a borbotones?
Fue en ese momento cuando comprendía , que como Dalí había encontrado su musa, en gala yo tenía mi musa, una musa posmoderna que había cambiado las largas túnicas blancas por unos jens y playeras negras, las sandalias doradas por unos tenis gastados y las tiaras por una ocasional liga. Si yo tengo una musa posmoderna, que a pesar del atuendo era completamente diferente, al ver sus ojos oscuros brotan en mi un millón de ideas que habitan en el topus uranus dejándome entre ver mundos fantásticos, lugares sombríos y un infinito de sensaciones, olores texturas, cada una de mis palabras intenta imitar la suavidad de su piel y lo pasional de sus ojos, la ternura con la que rosa mi cuerpo. En cada letra que escribo encuentro una parte de ella reflejada casi involuntariamente, todas sus facetas, en todo lo que me ha convertido.
Fue entonces cuando por azar del destino lo comprendí , yo tengo una fuente de inspiración que no es etérea, que cada uno de sus poros me susurra una idea, una forma de calcar la inexactitud de la realidad que no supera en si lo que somos que solo intenta ser un retrato poco fiel de mis tiempos y mis anhelos , me hace estremecer cada mirada , cada beso , que me trae un centenar de palabras desordenadas y que atabes de ella cobran sentido y orden , como si sus besos tuvieran el poder de la retorica.
Mi musa posmoderna mi fuente de inspiración y la mujer que amo se encuentran en la misma persona, la mujer que me da la vida, y me hace soñar con los mundos más hermosos que jamás he soñado.

mupet caro